Esta pequeñaja peluda de aquí se llama Senda. Es la husky de dos meses (el día de la sesión) de mis amigos Héctor, Lydia y Raúl. Cuando me contaron que iban a tener un husky, ya me pedí puesto para hacerle fotos, porque estos perros se hacen grandes muy rápido, y yo quería tenerla de bebé también.
La sesión fue rápida, pero no relajada. De hecho, hubo que correr más de una vez detrás de ella para que no se fuera a la carretera. Todo lo que tiene Senda de adorable, lo tiene también de traviesa. Pero todo eso le da más diversión al reportaje, tanto en la sesión, como en la visualización de las fotos.
Espero que os caiga bien esta simpática perrita que, seguramente, volveremos a ver de más mayor.
Este es su perfil bueno.
(Miento, tiene dos de esos)
Y esta es Maya. La co-protagonista del día.
Os va a parecer que a Senda le gusta mucho estar tumbada, pero no os confundáis... estos son los pequeños momentos en los que conseguíamos que se estuviera un poco quieta.
Aún así, no se le quitaba la cara de pilla.
Con Lydia.
¡Y siempre con la lengua fuera!
Y mi favorita, en este caso, es esta última. Me gusta por varias cosas:
- Esta foto es una muestra de afinidad perro-persona. Aunque sabemos que Senda buscaba comida en la mano de Lydia, parece que estén dándose la mano.
- La composición: me encanta. Composición triangular, con Maya al fondo, observando de lejos la escena.
- Y la verdad es que la husky sale especialmente guapa, ¡y sin la lengua fuera!
¿Cuál es vuestra favorita?
fotografía: Klara Branchadell Jareño © INFINITOGRAFIA 2015
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